PAU, Comentario de texto y Lengua castellana y Literatura, Andalucía (junio de 2012)
OPCIÓN A
Decíase que había entrado en el Seminario para hacerse cura, con el fin de atender a los hijos de una su hermana recién viuda, de servirles de padre; que en el Semi¬nario se había distinguido por su agudeza mental y su talento y que había rechazado ofertas de brillante carrera eclesiástica porque él no quería ser sino de su Valverde de Lucerna, de su aldea perdida como un broche entre el lago y la montaña que se mira en él.
¡Y cómo quería a los suyos! Su vida era arreglar matrimonios desavenidos, reducir a sus padres hijos indómitos o reducir los padres a sus hijos, y sobre todo consolar a los amargados y atediados, y ayudar a todos a bien morir.
Me acuerdo, entre otras cosas, de que al volver de la ciudad la desgraciada hija de la tía Rabona, que se había perdido y volvió, soltera y desahuciada, trayendo un hijito consigo, Don Manuel no paró hasta que hizo que se casase con ella su antiguo novio, Perote, y reconociese como suya a la criaturita, diciéndole:
-Mira, da padre a este pobre crío que no le tiene más que en el cielo.
-¡Pero, Don Manuel, si no es mía la culpa...!
-¡Quién lo sabe, hijo, quién lo sabe...!, y, sobre todo, no se trata de culpa.
Y hoy el pobre Perote, inválido, paralítico, tiene como báculo y consuelo de su vida al hijo aquel que, contagiado de la santidad de Don Manuel, reconoció por suyo no siéndolo.
Miguel de Unamuno: San Manuel Bueno, mártir
1.- Señale y explique la organización de las ideas contenidas en el texto
Este fragmento perteneciente a la novela de Unamuno, San Manuel Bueno, mártir, presenta en su estructura externa las siguientes características: 1) está formado por siete párrafos escritos en prosa; 2) contiene una narración en primera persona, donde el personaje narrador relata unos acontecimientos tal y como recuerda haberlos vivido o presenciado; 3) tres de los siete párrafos que componen el texto, reproducen en estilo directo un fragmento de la conversación que mantiene Manuel Bueno con Perote.
En cuanto a su estructura interna, presenta la organización de las ideas propia de los textos narrativos: a saber, relato ordenado temporal o cronológicamente de una serie de acontecimientos, que en este caso concreto tiene la siguiente disposición:
a.- Situación inicial (dos primeros párrafos): Manuel Bueno en el Seminario se distingue por su talento y agudeza, pero prefiere ejercer como cura en su aldea, Valverde de Lucerna (párrafo 1); se enumeran las actividades que realiza Manuel Bueno como sacerdote.
b.- Desarrollo de la acción (párrafos 3-6): el ejemplo o caso de la hija de la tía Rabona:
b.1.- Esta mujer abandona la aldea y vuelve como madre soltera; don Manuel le busca un marido para ella o un “padre” para el niño (párrafo 3).
b.2- Se reproduce en estilo directo un fragmento de la conversación en la que el cura convence a Perote para que se case con la desgraciada mujer (párrafos 4, 5 y 6).
c.- Situación final (párrafo 7): en este caso se trata del desenlace del caso o ejemplo: en la actualidad Perote, inválido y paralítico, tiene como único sostén y apoyo al hijo que reconoció no siendo suyo.
Por otra parte, este fragmento narrativo presenta cierta disposición discursiva cercana a la empleada en algunos textos expositivos-argumentativos: Unamuno, a través de la figura del narrador expresa un razonamiento de carácter deductivo donde una idea principal o tesis es demostrada mediante uno o varios datos o ejemplos:
1.- Idea principal (tesis): la bondad y las virtudes de don Manuel en su labor como párroco de Valverde de Lucerna (párrafos 1 y 2).
2.- Ejemplo: narración del caso de Perote (desde el párrafo 3)
2.a- Indique el tema del texto.
El tema de este fragmento narrativo es la alabanza de las virtudes de don Manuel Bueno, como buen sacerdote de aldea que arregla matrimonios, busca padres para hijos de madres solteras…
El tema se plantea desde el punto de vista de un personaje que actúa como narrador-testigo de los acontecimientos relatados.
2.b- Resuma el texto.
Don Manuel, que había destacado por su talento en el Seminario, rechaza ofertas de una brillante carrera eclesiástica y prefiere ejercer en Valverde de Lucerna, su aldea. Allí se dedica por entero a “arreglar” matrimonios y familias desavenidas, y a dar consuelo a los más necesitados. El personaje que actúa de narrador recuerda el caso de Perote, quien, por la mediación de don Manuel, se casa con la hija de la tía Rabona, madre soltera, para darle un padre al niño, que a su vez es ahora el gran apoyo de la vejez de Perote.
3.- Realice un comentario crítico del contenido del texto
(Este ejemplo que se propone sigue un esquema convencional de los textos expositivos y
argumentativos)
Como es sabido, aproximadamente, Miguel de Unamuno escribió San Manuel Bueno, mártir durante el año de 1930, es decir, apenas unos meses antes de la proclamación de la Segunda República en 1931. Y en esta novela se reflejan, por igual, las preocupaciones religiosas y filosóficas de Unamuno así como el intenso debate social sobre la función social de la Iglesia en el agitado contexto histórico español de aquellos tiempos: el anticlericalismo radical y fanático de la izquierda frente al catolicismo intolerante y reaccionario de la derecha.
Unamuno nos presenta un cura de aldea que ante todo ama su labor y cuya verdadera vocación es entregarse en cuerpo y alma al servicio de sus paisanos. Así, en este fragmento, don Manuel arregla matrimonios, reconcilia padres con hijos, hermanos con hermanos, atiende espiritualmente a los enfermos y desvalidos o, por ejemplo, busca un padre que dé apellidos a un niño fruto del “pecado” de una madre soltera. De modo que el autor pretende reivindicar la tarea social y humanitaria de los sacerdotes, por encima de cuestiones políticas o ideológicas, tan candentes durante la Segunda República española, y por encima de aquello que a él le preocupaba especialmente: la creencia religiosa vivida como un drama existencial donde luchan razón y fe, la inmortalidad del alma o la existencia de la vida eterna.
Porque Miguel de Unamuno llega a la conclusión de que “ser sacerdote” es mucho más que creer, o no creer, en Dios o en la vida eterna, mucho más que pertenecer al clero o conjunto de frailes, sacerdotes, monjas, obispos… Unamuno, en esta novela, piensa que “ser sacerdote” es trabajar para los demás, solidarizarse con el prójimo, compartir los sufrimientos y tristezas, pero también los gozos y alegrías de la vida cotidiana de la gente, aunque esta sea habitante de una pequeña aldea perdida entre un valle, una montaña y un lago.
Por otra parte, resulta evidente que en la sociedad actual española han cambiado bastantes cosas con respecto al mundo narrado por Unamuno en San Manuel Bueno, mártir. En primer lugar, aunque todavía conserva un peso muy importante en la vida moral y en las costumbres, la influencia ideológica y política de la iglesia católica ha disminuido notablemente. En segundo lugar, la gente no habita en pequeños y aislados núcleos rurales, sino que vive en un mundo altamente tecnológico y con la población concentrada preferentemente en grandes ciudades.
Por esto, en esta sociedad actual española totalmente europeizada, de libertad sexual y de cultos, de costumbres mucho más abiertas, relajadas y tolerantes (divorcios, abortos, matrimonios de homosexuales, parejas de hecho, mayoría de edad a los 18 años…) resulta extraña e incomprensible la urgencia tremenda de buscar un “marido” que dé “apellidos” como Dios manda a una “madre soltera” como le ocurrió a la hija de la tía Rabona cuando se casó con Perote; pues, afortunadamente, una mujer no está obligada ahora a casarse para tener hijos o para vivir una vida emancipada y en plena actividad profesional y laboral.
Por encima del mar, desde la orilla americana del Atlántico
¡Si yo hubiera podido, oh Cádiz, a tu vera,
hoy, junto a ti, metido en tus raíces,
hablarte como entonces,
como cuando descalzo por tus verdes orillas
iba a tu mar robándole caracoles y algas!
Bien lo merecería, yo sé que tú lo sabes,
por haberte llevado tantos años conmigo,
por haberte cantado casi todos los días,
llamando siempre Cádiz a todo lo dichoso,
lo luminoso que me aconteciera.
Siénteme cerca, escúchame
igual que si mi nombre, si todo yo tangible,
proyectado en la cal hirviente de tus muros,
sobre tus farallones [1] hundidos o en los huecos
de tus antiguas tumbas o en las olas te hablara.
Hoy tengo muchas cosas, muchas más que decirte.
Yo sé que lo lejano,
sí, que lo más lejano, aunque se llame
Mar de Solís o Río de la Plata [2],
no hace que los oídos
de tu siempre dispuesto corazón no me oigan.
Por encima del mar voy de nuevo a cantarte.
Rafael Alberti, Ora marítima
1.- Señale y explique la organización de las ideas contenidas en el texto
La estructura externa de este poema de Rafael Alberti está formada por 22 versos sin rima, agrupados en cuatro estrofas desiguales (las dos primeras de cinco versos, las dos últimas de seis). Además, se observa que en las cuatro estrofas aparece una combinación libre de versos alejandrinos, endecasílabos y heptasílabos.
En cuanto a su estructura interna, presenta una disposición libre, característica de los composiciones líricas, aunque en este caso concreto se organiza en torno a la figura retórica del apóstrofe, pues el yo poético conversa con un tú poético, que en el poema es encarnado por Cádiz. A partir de este factor integrador, el poema se construye de la siguiente forma:
2.a- Indique el tema del texto
Rafael Alberti plantea el tema de la nostalgia o añoranza de la tierra natal (Cádiz en este caso concreto), desde la perspectiva del exiliado en la otra orilla del Atlántico.
2.b- Resuma el texto
Desde la costa americana del Atlántico (el Río de la Plata) el poeta Rafael Alberti dialoga con Cádiz, su patria natal en cuya orilla jugaba de niño, y le suplica que escuche su canto igual que si estuviera presente, y no en un lugar muy lejano, porque el poeta siempre lleva a Cádiz en su corazón y siempre ha cantado a su tierra como “todo lo dichoso" y todo "lo luminoso" que le ha acontecido.
3.- Realice un comentario crítico del contenido del texto
La nostalgia ha sido, desde siempre, un sentimiento que ha inspirado a multitud de poetas de todos los tiempos, lugares y lenguas. Unas veces se añoraban los años dorados de la infancia o la juventud perdidas; otras eran objetos de la nostalgia los besos o la dulce mirada de la persona amada, cuya ausencia los dejaba desolados; otras veces, también, la patria natal cuyos paisajes (tanto los de tierra adentro como los del litoral) los poetas debieron abandonar por muy variadas razones. Rafael Alberti no es ajeno a esta tradición poética y canta, desde la otra orilla del Atlántico, al lugar donde se crió, al Cádiz de su infancia. Sin embargo, en este poema hay dos elementos especiales.
En primer lugar, la nostalgia está causada por el exilio forzoso que la guerra civil española provocó en miles de compatriotas, que tuvieron que huir de la dura represión de la dictadura franquista o que, desde el extranjero, lucharon contra ella. Entre estos miles de exilados se hallaban poetas del 27 como Alberti, Cernuda y Pedro Salinas, o cineastas como Luis Buñuel, o artistas geniales como Picasso o Joan Miró, y cientos de intelectuales, historiadores, científicos y pensadores; todos ellos, desde Europa (sobre todo en Francia, pero también, incluso, en la Unión Soviética) y desde América (México, EE.UU., Argentina, Chile…) manifestaron en toda ocasión su amor a la patria y el doloroso sentimiento del regreso imposible, para muchos como Alberti, hasta que la dictadura franquista no acabara 39 años después de iniciada la guerra del 36.
En segundo lugar, este contexto histórico ayuda a comprender el sentido más profundo de este poema: Alberti recurre a la figura retórica consistente en conversar con seres reales o imaginarios que están ausentes, precisamente porque este diálogo o apóstrofe permite vencer y borrar la infranqueable barrera de la distancia y el alejamiento, al menos mientras dure esa imaginaria y ficticia conversación. Así pues, mediante los versos y las figuras poéticas, Alberti, dolido por muchos años de separación y a pesar de hallarse a miles de kilómetros de distancia, en las orillas del Río de la Plata, en Argentina, consigue un momentáneo imposible: hablar con Cádiz, con sus gentes, sus paisajes, su cielo y su luminosa bahía.
Y es que la nostalgia, desde siempre, ha sido un motivo de inspiración en la poesía porque se trata de un sentimiento universal, al igual que el amor, el llanto por la muerte de un ser querido, la alegría o la tristeza. Por todo esto, varias décadas después de haber sido escrito, el contenido de este poema conmueve a los lectores actuales. Porque todavía hay muchísimos hombres y mujeres que sienten añoranza por lo dejado atrás en sus países de origen: por ejemplo, los cientos de miles de inmigrantes (magrebíes, ecuatorianos, lituanos, rusos, rumanos…) que encontraron acogida aquí, en los muy cercanos tiempos de la prosperidad económica en que España inició este milenio; por ejemplo, también, los jóvenes españoles y españolas que, con motivo de la terrible crisis que padecemos ahora, deben irse a Alemania (como en los viejos tiempos), Francia, Gran Bretaña o incluso Australia para poder encontrar un empleo digno con la titulación académica que poseen.
Pero el siglo XXI ya no es como en 1939, cuando los exilados abandonaron España, o como en los años 50 de las maletas de cartón piedra y los bocadillos de chorizo para viajar a Alemania, Holanda o Suiza… para trabajar en lo que fuera y de cualquier cosa. Porque ahora, los poetas ya no recurren al verso ni a las metáforas para “hablar” en la distancia con la patria o con la mujer amada. No, ahora, basta con un “what’s app”, un email, un sms o, finalmente, un “me gusta” en “el muro” del Facebook.
[1] Farallones: rocas altas o peñascos abruptos que sobresalen en el mar.
[2] Estuario de los ríos Paraná y Uruguay, en el Atlántico.
PAU, Comentario de texto y Lengua castellana y Literatura, Andalucía (junio de 2011)
OPCIÓNA
Juguemos
Jugar en la calle. Jugar en grupo. Esa es la actividad extraescolar que un grupo de educadores y psicólogos americanos han señalado como la asignatura pendiente en la educación actual de un niño. Parecería simple remediarlo. No lo es. La calle ya no es un sitio seguro en casi ninguna gran ciudad. La media que un niño americano pasa ante las numerosas pantallas que la vida le ofrece es hoy de siete horas y media. La de los niños españoles estaba en tres. Cualquiera de las dos cifras es una barbaridad. Cuando los expertos hablan de juego no se refieren a un juego de ordenador o una playstation ni tampoco al juego organizado por los padres, que en ocasiones se ven forzados a remediar la ausencia de otros niños. El juego más educativo sigue siendo aquel en que los niños han de luchar por el liderazgo o la colaboración, rivalizar o apoyarse, pelearse y hacer las paces para sobrevivir. Esto no significa que el ordenador sea una presencia nociva en sus vidas. Al contrario, es una insustituible herramienta de trabajo, pero en cuanto a ocio se refiere, el juego a la antigua sigue siendo el gran educador social.
Leía ayer a Rodríguez Ibarra hablar de esa gente que teme a los ordenadores y relacionaba ese miedo con los derechos de propiedad intelectual. No comprendí muy bien la relación, porque es precisamente entre los trabajadores de la cultura (el técnico de sonido, el músico, el montador, el diseñador o el escritor) donde el ordenador se ha convertido en un instrumento fundamental. Pero conviene no convertir a las máquinas en objetos sagrados y, de momento, no hay nada comparable en la vida de un niño a un partidillo de fútbol en la calle, a las casitas o al churro-media-manga. Y esto nada tiene que ver con un terror a las pantallas sino con la defensa de un tipo de juego necesario para hacer de los niños seres sociales.
Elvira Lindo, EL PAÍS, 12/01/2011
Comentario de texto periodístico
1.- Señale y explique la organización de las ideas contenidas en el texto (Puntuación máxima: 1,5 puntos)
Por su estructura externa este artículo periodístico de opinión, publicado en un diario de tirada nacional como es EL PAÍS, distribuye su contenido en dos párrafos de extensión desigual. Su estructura interna no se corresponde exactamente con su estructura externa, pues los dos párrafos ya señalados organizan su contenido según el esquema clásico de los textos argumentativos:
Por consiguiente, el texto presenta una estructura inductiva o sintetizante, donde tras la exposición de los datos o ideas particulares sobre un tema, se expresa la idea principal o tesis defendida por el autor o autora.
2.- 2 a) Indique el tema del texto (Puntuación máxima: 0,5 puntos)
Se pueden plantear varios modelos de responder la cuestión:
1er modelo: al tratarse de un texto expositivo-argumentativo, se recoge también la tesis que defiende el autor
2º modelo: no se señala la tesis, porque ésta ya se ha explicado en la primera cuestión (organización de las ideas o estructura del texto).
2) 2b) Resuma el texto (puntuación máxima 1 punto)
Elvira Lindo comenta un informe de expertos americanos que recomienda los juegos grupales y al aire libre. Tras lamentarse de la inseguridad actual en las calles de las ciudades y del excesivo número de horas que los niños americanos y españoles pasan delante de las pantallas del ordenador o la playstation, la autora sostiene que los juegos al aire libre (el partidillo de fútbol en la calle, las “casitas” o el “churro-media-manga”) son totalmente compatibles con el uso de las máquinas en el proceso de la educación social de los niños.
3) Realice un comentario crítico del contenido del texto (puntuación máxima 3 puntos)
En El País suelen aparecer diariamente artículos de opinión donde escritores reconocidos, columnistas prestigiosos, pensadores o, incluso, personajes políticos de cierta importancia comentan asuntos de actualidad y acontecimientos relevantes. Este es el caso de la novelista Elvira Lindo quien, el 12 de enero de 2011, muestra su preocupación por el hecho (constatado por informes de expertos americanos) de que los niños y las niñas juegan cada vez menos en la calle.
En efecto, en estos tiempos del siglo XXI, apenas si se ven niños que jueguen al fútbol en algún descampado, o niñas que salten a la comba o chavales que correteen por las aceras o en bicicleta vayan hasta rincones que para sus mentes infantiles resultan inexplorados. Todo lo más, niños muy pequeños que, acompañados por sus padres, juegan en los toboganes o en los columpios de los pocos parques existentes en las ciudades.
Bien es cierto, como reconoce Elvira Lindo, que las calles son innegablemente muy inseguras, incluso a ciertas horas del día y en ciertos barrios pueden resultar peligrosas. Lo cual explicaría el escaso número de niños y niñas que se atreve a jugar al escondite o a la pelota o a policías y ladrones. Tal vez por esto proliferan los juegos de ordenador, las videoconsolas y las playstations; y los niños encerrados en las cuatro paredes de sus dormitorios o del salón de su casa se han convertido en auténticos expertos en el manejo del ratón o del mando a distancia, con que se manejan en el mundo virtual donde dan rienda suelta a su fantasía.
Evidentemente, las máquinas se han convertido en “insustituible herramienta de trabajo”, como afirma la autora de Manolito Gafotas, y buena prueba de ello es que, por ejemplo, cada día se usa más la Wikipedia en las aulas TIC de Andalucía, donde incluso la Junta de Andalucía regala a todos los niños de quinto de primaria un ordenador portátil.
Sin embargo, y centrando el tema en el asunto de internet, el uso del chat, el tuenti, el Facebook y el Messenger presenta notables riesgos psicológicos, sociales e incluso morales o delictivos. Muchos miles de adolescentes intercambian imágenes, vídeos, experiencias, amores y desamores en las redes sociales; pero, también, esto sirve de coartada o tapadera para el ataque de desaprensivos maleantes, pederastas o incluso para el aumento del acoso escolar, el mobbing y la violencia entre menores.
De modo que al final, muchos padres no saben que es más peligroso: el partido de fútbol callejero, jugar a la rayuela, al pañuelo y a las casitas, o conectarse a la cuenta abierta en tuenti o atropellar viejecitas como se realizaba en algunos videojegos de moda hace unos pocos años.
Elvira Lindo y los expertos americanos que ella menciona en su artículo en EL PAÍS prefieren el fútbol, el baloncesto y churro-media-manga.
OPCIÓN B
EL CRIMEN FUE EN GRANADA: A FEDERICO GARCÍA LORCA
Antonio Machado, Poesías de la Guerra (1936-1939)
I. El crimen
Se le vio, caminando entre fusiles, por una calle larga, salir al campo frío, aún con estrellas de la madrugada. Mataron a Federico cuando la luz asomaba. El pelotón de verdugos no osó mirarle la cara. Todos cerraron los ojos; rezaron: ¡ni Dios te salva! Muerto cayó Federico —sangre en la frente y plomo en las entrañas— ... Que fue en Granada el crimen sabed —¡pobre Granada!—, en su Granada.
II. El poeta y la muerte
Se le vio caminar solo con Ella, sin miedo a su guadaña. —Ya el sol en torre y torre, los martillos en yunque— yunque y yunque de las fraguas.
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Hablaba Federico, requebrando a la muerte. Ella escuchaba. «Porque ayer en mi verso, compañera, sonaba el golpe de tus secas palmas, y diste el hielo a mi cantar, y el filo a mi tragedia de tu hoz de plata, te cantaré la carne que no tienes, los ojos que te faltan, tus cabellos que el viento sacudía, los rojos labios donde te besaban... Hoy como ayer, gitana, muerte mía, qué bien contigo a solas, por estos aires de Granada, ¡mi Granada!»
III
Se le vio caminar... Labrad, amigos, de piedra y sueño en el Alhambra, un túmulo al poeta, sobre una fuente donde llore el agua, y eternamente diga: el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!
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1.- Señale y explique la organización de las ideas contenidas en el texto (Puntuación máxima: 1,5 puntos)
Este poema de Antonio Machado, perteneciente a “Poesías de la Guerra”, presenta en su estructura externa una distribución del contenido en tres partes de desigual extensión: 1) “I. El crimen”, de 14 versos; 2) “II. El poeta y la muerte”, de 17 versos; y una tercera parte, sin título y seis versos[1]. Además, cada una de las tres partes comienza con el sintagma verbal “Se le vio” y el verbo caminar en distintas formas (1ª y 2ª parte), lo cual contribuye a dar sentido de unidad al poema.
En cuanto a su estructura interna se observa que esta distribución tripartita del contenido responde a la intencionalidad épica y lírica que posee este poema de Antonio Machado. El uso de la misma rima asonante en los versos pares es la propia de los romances que, como es sabido, se caracterizan por una marcada intención narrativa al exaltar la memoria de un héroe popular; mientras que el llanto o la elegía por la víctima del crimen, Federico García Lorca, es el elemento que da la emotividad lírica al poema.
2.- 2 a) Indique el tema del texto (Puntuación máxima: 0,5 puntos)
Este poema de Antonio Machado es un llanto o elegía en honor a Federico García Lorca, al mismo tiempo que una condena o reprobación contra Granada, la ciudad natal del poeta fusilado durante la guerra civil.
2) 2b) Resuma el texto (puntuación máxima 1 punto)
Antonio Machado en “El crimen fue en Granada” honra la memoria de Federico García Lorca. Este poema, dividido en tres partes, relata primeramente algunas circunstancias del fusilamiento de Lorca, en “¡su Granada!”; seguidamente, imagina un diálogo entre el poeta granadino y la muerte, y finalmente, invoca al pueblo granadino para que construya un túmulo en su recuerdo.
3) Realice un comentario crítico del contenido del texto (puntuación máxima 3 puntos)
Antonio Machado fue un hombre y un poeta solidario con las penalidades, la pobreza, la injusticia y los horrores que sufrieron los españoles en las cuatro primeras décadas del siglo XX. Por eso se dolió terriblemente del miserable fusilamiento de Federico García Lorca, en los primeros días de la guerra civil española. Pero, como repite en tres ocasiones en este poema elegíaco, lo que más dolió al autor de Campos de Castilla es que el crimen fue en Granada, en su Granada. Es decir, sus propios paisanos, sus vecinos, sus ¿amigos?, aquellos a los que Federico veía pasar todos los días por la puerta de su casa e incluso llegaban a saludarse.
Porque lo más horrible, cruel y sangriento de una guerra civil es precisamente que el enemigo contra el que se combate no es un extranjero invasor o un extranjero cuyas tierras han sido invadidas, sino los propios compatriotas o conciudadanos. Este hecho lejos de hacer el conflicto bélico o menos destructivo o menos mortal, lo hunde mucho más en la barbarie sanguinaria, en el exterminio brutal y en el genocidio despiadado. Ahí están los casos de Camboya (en los tiempos de los jémeres rojos), de Bosnia, de Ruanda, de Somalia o del Líbano. Ahí está que las primeras víctimas del horror nazi fueron los judíos alemanes, esto es, los compañeros de aula o de trabajo, los vecinos, los tenderos que le vendían a uno la fruta…
Machado no vivió los horrores de Bosnia o de Ruanda, pero sí escribió en varias ocasiones contra el cainismo (Caín que mata a su hermano Abel), pero sí sufrió la tragedia de la guerra civil española y se indignó contra la tremenda barbarie que supuso el fusilamiento de Lorca, porque sí, porque era un estorbo, un homosexual y poeta cuyo nombre debía ser borrado de la lista que alguna mente asesina escribió.
Ian Gibson ha estudiado minuciosamente, en libros y publicaciones diversas, los detalles que rodearon al asesinato de Federico García Lorca, lo cual trae a colación el tema de lo que se ha llamado “memoria histórica”. El proceso de “memoria histórica” A pesar de sus inconvenientes y de los excesos partidistas de algunos políticos y de algunos comentaristas de las tertulias televisivas o radiofónicas, dados al exceso verbal contra los que ellos llaman “derecha” o “izquierda”, la “memoria histórica” puede suponer una manera efectiva de que los españoles erradiquemos de una vez por todas el fantasma de la guerra civil.
Porque tener memoria histórica significa tener presente el homenaje que se merecen todas las víctimas de la dictadura franquista: los fusilados, los desterrados o exiliados, los encarcelados, los represaliados y los perseguidos. Pero también significa que no olvidemos que, en el caso de la guerra que desangró España entre 1936 y 1939, tan criminal fue fusilar al maestro republicano, al médico socialista, al minero anarquista o al campesino comunista como violar a una monja, ahorcar a un banquero y a un terrateniente o fusilar a alguien porque va a misa los domingos.
Finalmente cabe recordar que la violencia terrorista etarra supone la prueba sangrienta y criminal de que todavía hay quienes secuestran, golpean, torturan y matan al vecino del piso de arriba, al primo del compañero de clase en el Instituto o al transeúnte que pasa por la calle en que uno vive.
[1] El primer verso de la tercera parte aparece escindido o partido: “Se le vio caminar…” es interrumpido por una intensa pausa emocional que corta definitivamente la narración. El verso continúa (“Labrad, amigos,”) con el llamamiento o súplica al pueblo para que labre un túmulo de piedra en memoria de Federico